Advertencia: si no has visto el último capítulo, deja de leer AQUí.
Lo confieso: hoy me he levantado a las 6.30 am. Sí, lo sé, los que me conocen también lo saben; soy de esas personas a las que les cuesta levantarse con el primer rayo de sol y que consideran «madrugón» todo lo que anteceda a las 10.00am. Pero hoy tenía una ilusión y un temor que me han sacado de la cama dando un salto mortal.
Mi ilusión: resolver todas las dudas que la serie Perdidos (o Lost, que mola más) me había ido dejando durante 6 largas temporadas.
Mi temor: llegar al máster y que algún intrépido madrugador soltase la frase mágica con el final de la serie.
Así que, a las 6.30, con un café cargado y una buena tostada (tanto de sueño, como de desayuno), me encontraba en frente del televisor, con los ojos como platos para no perder detalle. A eso de las 8:10am, cuando no podía creer que quedasen 5 minutos para el final, me he empezado a plantear que mi ilusión, la de resolver todas mis dudas, no iba a cumplirse.
Mi primera impresión: ¿el efecto Resines en la isla? NOOOOOOOOOO!!! Pero luego, analizando y leyendo lo que decían otros frikis (lo somos, que nadie lo niegue), he llegado a la conclusión de que no ha sido un final tan malo.
Aclaraciones: no todos han estado muertos todo el tiempo. Existe una doble dimensión (suena freak, sí, pero ¿qué no lo es?) en la que la vida real (la de la isla) se desarrolla en paralelo a la muerte (la línea argumental en la que todos parecen llevar vidas más encauzadas: Sawyer policía; Kate cuidando de Aaron; Jin y Sun teniendo a su hija sin complicaciones; Jack siendo el Doctor y padre ejemplar que arregla espinas dorsales…
En capítulos anteriores, Jacob explicaba a los candidatos por qué habían sido elegidos: todos ellos se encontraban solos, tenían defectos y buscaban algo que no sabían que era. Estaban perdidos.
El final de la serie no da más respuestas que las que uno se quiera imaginar, más allá de lo que se ve explícitamente. La decepción ha sido generalizada. Por otra parte, no hay final que llueva a gusto de todos y, desde luego, éste ha gustado a pocos. Sin embargo, y haciendo un llamamiento a todos aquellos que se han pasado horas en frente de la pantalla y han sufrido con los cortes de tiempo de Megavideo, pido la «ABSOLUCIÓN». ¿Por qué un final así merece la absolución de la serie?
– Por durar 6 temporadas y superar huelgas de guionistas y de creatividad en general.
– Por lograr que tropecientasmil personas hayan estado enganchadas durante tanto tiempo, sin perder la intriga y la ilusión por ver el capítulo siguiente.
– Por conseguir que los españolitos de a pie veamos las series en inglés
– Por mantener vivo Series Yonkis, burlando a la Sgae y a Ramoncín
– Por plantear temas tan jugosos como el destino
– Porque hasta el último capítulo, todos han sido la bomba!
y, por último,
– Porque como dicen en Facebook: «Locke se acaba, se acaba, y no hay que Darhmas vueltas!»
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